viernes, 4 de julio de 2014

Suplementación (I): Ácido Fólico

Una vez expuestos algunos conceptos básicos sobre cómo encarar de forma sana y correcta el embarazo, pasamos a abordar de un modo algo más concreto un tema tan interesante como importante; el de los micronutrientes y la posible suplementación de los mismos por parte de la madre embarazada.

Evidentemente, durante el embarazo, las necesidades energéticas de la madre, así como de macro y micronutrientes,  se ven enormemente aumentadas. Mediante una sola dieta, habrá que nutrir a dos individuos diferentes, que no independientes, y del uso apropiado de todos y cada uno de los componentes de la dieta, depende evitar numerosos problemas de desarrollo y crecimiento fetal, así como decaimientos en la salud de la propia madre.

A lo largo de varios artículos no demasiado extensos, trataremos los micronutrientes más importantes en lo referente a la etapa de gestación, hablando de su utilidad, las cantidades recomendadas, así como las posibles consecuencias de su insuficiente consumo.

En esta primera entrada, trataremos el más importante de ellos.

Ácido Fólico:

Englobado en el conjunto de los folatos, el ácido fólico (o vitamina B9) es un compuesto biológico que participa en dos procesos importantísimos como son la síntesis de proteínas y del ADN. Como es de suponer, dicho compuesto es especialmente importante en periodos de alta actividad metabólica, donde la síntesis de nuevos tejidos es capital, por lo que su correcta presencia es más que capital durante la gestación. A todo esto hay que añadir que se trata de un nutriente “esencial”, es decir, no sintetizado por el cuerpo humano, por lo que todo el ácido fólico que necesite el individuo ha de ser conseguido a partir de la dieta.

En primer lugar, el déficit de ácido fólico durante el embarazo se asocia con la aparición de los DTN, un conjunto de anomalías congénitas consecuencia de un fallo en la fusión del tubo neural durante la embriogénesis. La más conocida de ellas es el llamado  “síndrome de la espina bífida”. Otros estudios, también relacionan su déficit con la aparición de abortos espontáneos, desprendimientos prematuros de la placenta, o preeclampsia.

En cuanto a la madre, y en general al resto de consumidores, parece ser que el ácido fólico disminuye la incidencia de los cánceres de colon y mama, por lo que su ingesta resulta más que interesante incluso más allá del tema gestacional.

Por el contrario, un posible riesgo de una dieta demasiado rica en ácido fólico sería el enmascaramiento de una hipotética anemia perniciosa, aunque esto comienza a quedar descartado dados los niveles de suplementación que se dan hoy en día.

A raíz de la gran importancia de lo que aquí exponemos, existe un informe realizado por la “European Surveillance of Congenital Anomalies” (EUROCAT), que refleja una serie de conclusiones sobre el ácido fólico en la dieta:
  • Existe evidencia de que la mayoría de los DTN son evitables aumentando la ingesta de folatos.
  • Es importante el uso y desarrollo de programas informativos y educativos.
  • Se debe aumentar la ingesta diaria de folatos y suplementarla con ácido fólico ANTES de la concepción.
  • Se deberían introducir alimentos reforzados en ácido fólico debidamente identificados y dirigidos a la población diana.
Centrándonos en nuestro país, el Ministerio de Sanidad recomienda la ingesta de un suplemento de 0.4 mg de ácido fólico al día a toda mujer que se enfrente a un futuro embarazo. En caso de existir antecedentes de DTN, dicha dosis habrá de aumentarse hasta los 4 mg al día. Independientemente, se aconseja la ingesta de alimentos ricos en el compuesto, como son los vegetales de hoja verde, el hígado, la fruta, los cereales, las legumbres o los frutos secos.

Dicha suplementación habría de empezarse al menos un mes antes de la concepción, manteniéndose hasta el final del primer trimestre o más allá en caso de embarazo múltiple. Otro aspecto importante es que tanto la toma como la dosis han de ser de carácter diario, pues hablamos de un compuesto que no se almacena en el organismo.

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