Incluso desde antes de gestar a nuestro bebé, debemos acudir a un/a especialista para planificar nuestro embarazo y que nos aconseje y ayude a la hora de gestar a nuestro futuro hijo o hija, mediante resolución de dudas, “puesta a punto” de nuestro cuerpo (abandono de hábitos poco saludables e introducción de dieta variada) y registro de nuestro historial clínico y ejecución de pruebas básicas para comprobar que todo está correctamente (análisis de sangre y orina).
Una vez tenemos la sospecha de que estamos en estado de buena esperanza, es importante acudir al/la ginecólogo/a para que pueda controlar mucho mejor nuestro embarazo y los problemas y dudas que puedan surgir. Será el/la encargado/a de comprobar que todo vaya correctamente, de vigilar cómo crece el feto y de solucionar los posibles problemas en la embarazada, y nos proporcionará la información que necesitemos para que esta etapa de nuestra vida sea maravillosa, a la espera de nuestro bebé. Deberemos visitar a nuestro/a médico una vez al mes si estamos de menos de 28 semanas, aumentar las visitas a dos al mes hasta que estemos de 36 semanas, y acudir una vez por semana a partir de las 36 semanas hasta el parto, alrededor de las 40 semanas. Esta frecuencia en el/la especialista es estándar, pudiéndose aumentar las visitas mensuales por otros factores, como por ejemplo, que el parto sea múltiple, de riesgo o en el caso de que tengamos alguna consulta.
En estas visitas se realizan exámenes con el fin de controlar que tanto el feto como nosotras, nos encontramos en buen estado de salud. Se realiza el control de la presión sanguínea de la madre y del peso, del tamaño del abdomen para calcular el tamaño del feto y el control de su latido, además se revisa que la mamá no padezca de hinchazones en las manos o venas varicosas en las piernas. Finalmente, y cada tres meses, se realiza un análisis de sangre y de orina para controlar los niveles de azúcar y que no haya surgido ninguna anomalía, y se realizan ecografías para comprobar el desarrollo del feto y su posición, llegándose a efectuar entre 3 y 5 ecografías.
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