Estilo de vida y embarazo saludable (II)

En la primera parte de este post, Estilo de vida y embarazo saludable (I),  hicimos un repaso sobre la importancia de unos hábitos de vida saludable tanto antes como durante el embarazo advirtiendo sobre los riesgos de incurrir en ciertas carencias de micronutrientes. En este nuevo post abordaremos de forma breve otros aspectos ambientales y también dietéticos como son los siguientes:

Enfermedades producidas por los alimentos durante el embarazo. 

Tanto la madre como el feto tienen un riesgo más elevado de padecer este tipo de enfermedades ya que los cambios hormonales del embarazo conducen a una función  inmunitaria celular reducida. Listeria monocytogenes, Toxoplasma gondii, Brucella species, Salmonella species y Campylobacter jejuni son las más importantes a tener en cuenta. Las mujeres embarazadas deben seguir los consejos  y recomendaciones  en cuestiones de seguridad  de su médico. Algunas de esas recomendaciones se pueden consultar aquí. 

Beneficios y preocupaciones sobre el consumo de pescado y marisco.

El valor nutricional del marisco es importante en la etapa de crecimiento y desarrollo del feto y la ingesta de ácidos grasos omega-3 está asociada a la mejora en el desarrollo cognitivo y visual del niño. A pesar de que niveles ≥1 μg/g  de mercurio pueden estar asociados a un mayor riesgo de trastornos por déficit de atención con hiperactividad, el consumo de dos raciones o más de pescado a la semana ejerce un efecto protector. Se trata por tanto de equilibrar la ingesta de pescado evitando las especies con un mayor contenido en mercurio.

Alcohol.

No debe ser consumido por mujeres embarazadas o que puedan quedarse embarazadas. beber alcohol durnate el embarazo, especialmente en el inicio puede provocar defectos neurolñogicos o del comportamiento y afectar a la inteligencia el niño en el futuro.

Cafeína. 

El Colegio americano de ginecólogos y obstetras  no recomienda un consumo superior a 200mg. de cafeína al día. El consumo  siempre de forma moderada no parece elevar el riesgo de malformaciones congénitas, aborto, nacimientos prematuros o retraso en el crecimiento.

Hidratación.

Una hidratación adecuada es básica para un embarazo saludable ya que la mujer acumula entre 6 y 9l. de agua durante la gestación. La ingesta de agua total ( agua, bebidas y comida ) se fija en unos 3 l., lo que supone aproximadamente 10 vasos de agua y líquidos.

Bebidas energéticas.

Estas bebidas pueden contener cantidades variables de azúcar y cafeína, así como taurina, carnitina, gingko, etc. En muchas de estas sustancias no se ha estudiado su seguridad durante el embarazo. El ginseng que es otro ingrediente común en estas bebidas no es recomendado durante el embarazo, lo que hace que se aconseje evitar estas bebidas durante la gestación.

Sodas y otras bebidas edulcoradas.

Son una fuente importante de azúcares añadidos en dieta. Se recomienda reducir el consumo de estos azúcares añadidos y el contenido calórico de la dieta, manteniendo la ingesta de alimentos ricos en nutrientes.

Podemos concluir tras estos dos post, que la importancia de la nutrición en este período prenatal es clave y existen factores que puede afectar en términos de salud el resto de la vida tanto de la madre como del niño. Favorecer un desarrollo fetal óptimo a la vez que cuidamos de la salud de la madre es la finalidad de la nutrición prenatal.