Gracias...

Este es un mensaje de agradecimiento a los lectores incondicionales que nos siguen y a los colaboradores que aquí participan por su esfuerzo en la divulgación. Seguimos adelante!

Os deseamos que vuestros "guisantes" crezcan felices  y vosotros disfrutéis de una buena salud duradera,  y recordad!:

"Alimentación es el acto voluntario y consciente de ingerir alimentos"

Problemas comunes en el embarazo: acidez y estreñimiento. Como evitarlos?

Acidez y estreñimiento son dos problemas bastante comunes en el período de gestación. A continuación os proponemos unos sencillos consejos para evitarlos y que vuestra cuenta atrás sea más llevadera...

Para evitar la acidez o aliviar la acidez durante el embarazo debería:

• Realizar una masticación adecuada, mantener el alimento en la boca lo suficiente para que se deshaga y se incopore la suficiente amilasa salival, ambos procesos mejoran la
  digestión.
• Comer más a menudo y pequeñas porciones, esto permite que el estómago nunca esté muy lleno y así se evita el reflujo hacia es esófago.
• Evitar comidas copiosas por la misma razón, no tener el estómago nunca demasiado lleno.
• Comer los alimentos adecuados, evitar frituras, comidas demasiado grasas, embutidos, café, todos ellos provocan acidez así como cítricos.
• Realizar cocciones ligeras, al vapor o a la plancha como métodos para cocinar, en lugar de
  freir.
• Beber abundantes líquidos entre comidas no demasiado fríos ni calientes, agua, caldos, evitar sodas, bebidas carbonatadas y por supuesto eliminar el alcohol.
• No hacer siesta ni realizar ejercicio físico tras las comidas.

Para evitar el estreñimiento:

• Beber dos litros de agua diarios para mantener la hidratación y favorecer el tránsito intestinal ( hidrata y aumenta el volumen de las heces ).
• Consumir alimentos ricos en fibra como arroz, cereales integrales, salvado de trio, frutas y verduras.
• Tonificar mediante ejercicio regular, favorece también el tránsito intestinal. Caminar y nadar son buenos ejercicios para realizar durante el embarazo.

Hacia una feliz Lactancia Materna

LACTANCIA MATERNA

Lactar es el mejor regalo para comenzar la vida de un niño. Lactar hace crecer el amor entre la madre y el hijo.  El contacto de la piel suave y calienta de la madre, le da tranquilidad y placer a la madre y al niño. La compañía, la voz, el mirarlo a los ojos y el contacto con la madre le brinda un inmensa seguridad y estímulo al hijo.

Amamantar es mucho mas que dar un alimento: Es dar amor, seguridad, placer y compañía.

VENTAJAS DE LA LACTANCIA MATERNA PARA EL NIÑO

• Contiene todos los nutrientes que el bebe necesita durante los primeros cuatro o seis meses de vida.Contiene las cantidades necesarios de Vitamina A,B,C,fósforo, calcio, hierro, proteínas, grasas y azucares.
• La leche materna protege a los bebes contra las infecciones. Es limpia y no contiene bacterias
• Es buena para la digestión del niños y protege contra las diarrea y otras enfermedades.
• Protege contra alergias y enfermedades respiratorias.
• Posee todo el líquido que el niño necesita para calmar la sed.
• Favorece el crecimiento y desarrollo físico e intelectual de niños y niñas.

VENTAJAS PARA LA MADRE

• Favorece que el útero recupere su tamaño normal.
• Disminuye el riesgo de hemorragias después del parto
• Disminuye el riesgo de anemia en la madre.
• Las mujeres que amamantan a sus hijos tienen menos riesgo de presentar cáncer de mama o de ovarios.
• Disminuye el riesgo de embarazos.
• Incrementa el amor de madre a hijo.

OTRAS VENTAJAS

• No se descompone, ni se vuelve amarga dentro del pecho de la madre (mejor empaque).
• No requiere preparación.
• Siempre esta a la temperatura ideal.
• Disminuye los gastos por enfermedad, compra de biberones y fórmulas artificiales.
• Favorece el vinculo afectivo, reúne a los integrantes de la familia en torno a la madre y al bebé.

"La leche materna es el único alimento que nutre al niño completamente en los primeros seis meses de vida y es el único alimento que le da protección sostenida y completa durante los primeros dos años"

Actividad fisica durante el embarazo

La actividad física apropiada es un elemento importante para tener un buen estado de salud. De esta manera se ha logrado establecer que esta actividad es conveniente durante la gestación (al igual que en cualquier etapa de la vida), siempre y cuando no exista complicaciones graves.  Además es importante resaltar que si estos ejercicios se realizan de forma diaria y con la ayuda de la pareja, este será un espacio para fortalecer los afectos y vivencias que involucran la expectativa sobre el hijo o hija que se espera.

Son muchas las razones para garantizar  que la actividad física es muy recomendable durante el embarazo:

•    Ayuda a controlar el peso corporal de la embarazada.

•    Previene y reduce los problemas del embarazo.

•    Prepara a la gestante para el momento del parto

•    Regula el tono postural y la flexibilidad.

•    Mejora la fuerza abdominal y pélvica.

•    Facilita el control de la ansiedad y el estrés.

•    Facilita el autocontrol de la respiración.

•    Mejora el autoestima.

TIPOS DE EJERCICIOS A REALIZAR

Caminar: Se recomienda a las gestantes y a las madres lactantes realizar caminatas diarias de 20 a 30 minutos como mínimo y este puede ir aumentando gradualmente dependiendo del estado de salud.

Estiramiento: Es recomendada para mejorar la flexibilidad, aumentar el tono de los músculos y mejorar el equilibrio corporal y la circulación.

Natación: Es un excelente ejercicio cardiovascular. La natación facilita el mantenerte en forma, tonificar los músculos, ayuda en la flexibilidad del cuerpo.

Yoga: Es recomendada para mejorar la flexibilidad, la circulación y el equilibrio corporal. Además ayuda a  mejorar la respiración y a mantenerte relajada.

QUE ACTIVIDADES EVITAR DURANTE EL EMBARAZO

Ø  Deportes de alto riesgo.

Ø  No es recomendable correr durante el embarazo.

Ø  Evitar realizar ejercicios abdominales u otros ejercicios, pues este tipo de actividades pueden generar mareos ya que éstos podrían provocar mareos y disminuir la irrigación de la sangre hacia el útero.

Ø  Los ejercicios con pesas y otros que exijan que estés en pie por periodos de tiempo muy largos, ya que pueden provocar que la cantidad de sangre que llega al útero disminuya.

A continuación presentamos una guía de ejercicios:

EJERCICIOS DE ESTIRAMIENTO:

Se inicia con un trote muy suave, al mismo tiempo se realiza movimientos de cabeza hacia delante y hacia atrás, de lado a lado y para terminar en círculos en los dos sentidos.

EJERCICIOS DE ESTIRAMIENTO

En posición de gateo, con la rodillas separadas a la misma distancia de los hombros, palmas abiertas y firmes sobre el piso, estirar el brazo izquierdo hacia delante y la pierna derecha hacia atrás, es importante mantener la mirada al frente, permanecer en esta posición por cinco segundos y cambiar de brazo y pierna.

En posición de gateo, con las rodillas separadas a la misma distancia de los hombros, palmas abiertas y firmes en el piso y sin doblar los codos, bajar la cabeza hacia el pecho y elevar la cintura hacia arriba. Después arquear la espalda hacia abajo, llevando la cabeza hacia atrás.

De pie con los brazos cruzados al frente, pies ligeramente separados y espalda completamente recta, doble la espalda hacia delante flexionando lentamente las rodillas, hasta tocarlos con los brazos y baje despacio hasta quedar de cuclillas.

Acostada sobre el lado izquierdo, con la pierna izquierda flexionada y la derecha completamente estirada, levantar la pierna derecha lo mas alto posible, sin realizar mucho esfuerzo, bajarla sin tocar el piso y volver a subirla; repetir nuevamente el ejercicio.

EJERCICIOS DE BALANCEO PELVICO

Acostada boca arriba con las piernas ligeramente dobladas, los pies apoyados en el piso y los brazos estirados a lo largo del cuerpo, levantar la cintura los mas que se pueda, dejando los hombros y la cadera pegados al piso. Bajar la cadera lentamente hasta que la columna toque el piso.

Sentada cómodamente, con las piernas entrecruzadas y flexionadas, espalda recta y manos apoyadas sobre las rodillas, realizar una leve presión sobre una de las rodillas desplazando el peso del cuerpo hacia ese lado, intentando tocar el piso con la cara lateral de la rodilla. Repetir con la otra pierna.

Control Prenatal

El control prenatal son las visitas que realizas al médico durante el embarazo, mediante este control el especialista puede vigilar la evolución de tu embarazo y prepararte para el parto y el cuidado de tu hijo/a. Estas citas son muy importantes porque permiten:

• Identificar factores de riesgo.
• Conocer el tiempo que tienes de gestación
• Monitorear la condición fetal
• Diagnosticar la condición materna
• Educar a la madre frente a los cuidados que debe tener

Primera visita

Se debe realizar la primera visita durante el primer trimestre de gestación o antes de la semana 12.  Tiene como objetivo determinar el estado de salud de la madre gestante y sus posibles factores de riesgos, diseñar un plan de acción para la intervención integral de la madres; así como de educar a la mujer, compañero y familia en todo lo relacionado con esta nueva etapa de la vida. 

Controles prenatales:

Los controles prenatales se realizarán durante cada mes hasta la semana 36 de embarazo, y cada quince días hasta la semana 40. Es estos controles se indaga sobre el cumplimiento de las recomendaciones prescritas, se realiza examen físico completo, análisis de resultados solicitados, solicitud de exámenes, análisis de curvas de ganancia de peso, medición de la presión arterial y crecimiento intrauterino. De igual forma se establecerán acciones de educación mateno-infantil.

El Curso Psicoprofiláctico

Es una preparación física y emocional para el momento del parto, el postparto y la lactancia, en este curso aprendes ejercicios de respiración, posición y consejos prácticos para cada una de estas etapas. Consulta con tu médico cuál es el mejor momento para iniciarlo.

La alegría de una madre comienza cuando una nueva vida se agita en su interior, cuando escuchas su corazón por primera vez, y cuando una patadita juguetona te recuerda que ya no estás sola. (Autor desconocido)

Visita al especialista: tengo bajo peso, ¿es perjudicial para mi bebé?

Igual que comentamos, en uno de los anteriores posts, los riesgos de padecer sobrepeso u obesidad durante el embarazo, tener bajo peso también conlleva riesgos para la salud tanto de tu bebé como la tuya. Estar embarazada conlleva una serie de cambios físicos que pueden afectar a la imagen de la mamá. Aunque estos cambios son normales, aún se escuchan comentarios, entre las futuras mamás, como por ejemplo “estoy enorme”, “he engordado mucho”, “no recuperaré mi figura”. Es imprescindible que la madre reciba el apoyo de los que la rodean, desmintiendo estas afirmaciones, ya que, aunque pueda parecer difícil recuperar la figura anterior al embarazo, en la mayoría de los casos, vuelve a su estado original. 

Los riesgos que existen al padecer bajo peso durante el embarazo son los siguientes: 

Reducción de cantidad de líquido amniótico; que permite la movilidad del bebé dentro del útero. 

Bebé con bajo peso; ya que no ha recibido los nutrientes adecuados en la gestación. Un bebé se considera que tiene infrapeso o bajo peso, cuando pesa menos de 2500 gramos. 

Prematuridad; El bebé puede nacer antes de las 36 semanas de gestación. 

Retraso en el desarrollo y crecimiento fetal; así como problemas en el desarrollo y trastornos del aprendizaje cuando son niños. 

Como ya se comenta en diferentes entradas del blog, durante el embarazo se debe aumentar la aportación de diferentes nutrientes como las calorías, las proteínas, el hierro, el calcio, el zinc y el ácido fólico, para que el feto se desarrolle completamente y el bebé nazca sano. No obstante, tu médico te puede prescribir algún tipo de suplemento para compensar el bajo peso, si es tu caso. Sigue siempre las recomendaciones de los especialistas y consulta con ellos cualquier duda que te pueda surgir en torno a este tema.

Visita al especialista: tengo sobrepeso, ¿qué debo hacer?

El peso, así como la edad,la genética y la etnia a la que pertenezcamos (caucásica, latinoamericana, africana...), es un factor que influye en el embarazo de maneras diferentes. Si padecemos sobrepeso u obesidad y estamos embarazadas, es importante consultarlo con el/la especialista para que nos ayude a no aumentar demasiado de peso, y nos informe sobre lo que podemos hacer para que nuestro bebé nazca sano y no tengamos nosotras mismas ningún problema. Si padeces de sobrepeso, deberás aumentar entre 7 y 11,5 kg, y si sufres obesidad no es recomendable aumentar más de 7kg. Aunque la mayoría de bebés con mamás con sobrepeso u obesidad nacen sanos, existen algunos riesgos que podemos minimizar e, incluso, evitar con una correcta alimentación y unos buenos hábitos saludables, siempre consultando cualquier duda con tu profesional de confianza. Aquí tenemos algunos ejemplos: 

Hipertensión arterial:

Si tu presión aumenta a 14 – 9, y no tienes proteína en la orina, solamente deberás llevar control con tu médico para que no evolucione a una preeclampsia. La preeclampsia se caracteriza por la presión arterial alta y proteína en la orina, y puede provocar la constricción de los vasos sanguíneos, aumentando la presión y disminuyendo el flujo de sangre por todo el cuerpo. Tu profesional te tomará la tensión en cada visita y controlará que tengas una presión arterial estable. Si en algún momento notas las extremidades hinchadas, un fuerte dolor de cabeza o problemas de visión, acude inmediatamente a tu médico.

Diabetes gestacional:

Este tipo de diabetes ocurre durante el embarazo y provoca un aumento de los niveles de glucosa en sangre. El/la médico evaluará los niveles mediante un test de tolerancia a la glucosa. Estos niveles deben controlarse para evitar problemas, como que nazca demasiado grande. El/la especialista te aconsejará cómo lo debes tratar, si finalmente tenemos diabetes gestacional. La diabetes gestacional puede aparecer incluso si no padecías diabetes antes de quedarte en estado y desaparece después del parto. 

Que nazca el bebé muy grande:

Sobretodo si se padece diabetes gestacional. Padecer sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de que el bebé sea demasiado grande al nacer. Se deben controlar los niveles de glucosa en sangre y hablar sobre el embarazo y el parto con el especialista. 

Nacimiento prematuro. 

Obesidad en la niñez: 

En casos extremos el sobrepeso o la obesidad puede provocar la muerte del recién nacido, aborto espontáneo o el nacimiento sin vida del bebé. 

Encontrarás recomendaciones nutricionales e ideas saludables en nuestro blog, que te ayudarán a controlar el aumento de peso durante el embarazo, y ejercicios adecuados para esta etapa, que te ayudarán a ponerte en forma y a controlar el peso. Es muy importante que no empieces ninguna dieta porque eso perjudicaría a la aportación de nutrientes del bebé; simplemente debes hablar con tu profesional de confianza y él/ella te dará las guías para que, tanto tú como tu bebé, estéis sanos.

Acudir al/la ginecólogo/a: cuándo y porqué

Incluso desde antes de gestar a nuestro bebé, debemos acudir a un/a especialista para planificar nuestro embarazo y que nos aconseje y ayude a la hora de gestar a nuestro futuro hijo o hija, mediante resolución de dudas, “puesta a punto” de nuestro cuerpo (abandono de hábitos poco saludables e introducción de dieta variada) y registro de nuestro historial clínico y ejecución de pruebas básicas para comprobar que todo está correctamente (análisis de sangre y orina). 

Una vez tenemos la sospecha de que estamos en estado de buena esperanza, es importante acudir al/la ginecólogo/a para que pueda controlar mucho mejor nuestro embarazo y los problemas y dudas que puedan surgir. Será el/la encargado/a de comprobar que todo vaya correctamente, de vigilar cómo crece el feto y de solucionar los posibles problemas en la embarazada, y nos proporcionará la información que necesitemos para que esta etapa de nuestra vida sea maravillosa, a la espera de nuestro bebé. Deberemos visitar a nuestro/a médico una vez al mes si estamos de menos de 28 semanas, aumentar las visitas a dos al mes hasta que estemos de 36 semanas, y acudir una vez por semana a partir de las 36 semanas hasta el parto, alrededor de las 40 semanas. Esta frecuencia en el/la especialista es estándar, pudiéndose aumentar las visitas mensuales por otros factores, como por ejemplo, que el parto sea múltiple, de riesgo o en el caso de que tengamos alguna consulta. 

En estas visitas se realizan exámenes con el fin de controlar que tanto el feto como nosotras, nos encontramos en buen estado de salud. Se realiza el control de la presión sanguínea de la madre y del peso, del tamaño del abdomen para calcular el tamaño del feto y el control de su latido, además se revisa que la mamá no padezca de hinchazones en las manos o venas varicosas en las piernas. Finalmente, y cada tres meses, se realiza un análisis de sangre y de orina para controlar los niveles de azúcar y que no haya surgido ninguna anomalía, y se realizan ecografías para comprobar el desarrollo del feto y su posición, llegándose a efectuar entre 3 y 5 ecografías.

Sugerencias para la cena

Las mujeres embarazadas tiene que adaptar su alimentación, pero no es necesario renunciar a las recetas ricas y sanas, por eso te ofrecemos algunas propuestas para preparar un menú ligero y con nutrientes en la cena.

Durante el embarazo conviene evitar ciertos alimentos, y aumentar ciertos nutrientes que se necesitan más, como el hierro o el ácido fólico. Llevar una dieta equilibrada es vital para el desarrollo del feto.

Normalmente las cenas deben ser más ligeras que las comidas, y esto es aun más importante para las embarazadas. Además se debe intentar cenar lo más pronto posible, al menos dos horas antes de acostarse, para descansar mejor. Conviene evitar los alimentos fuertes que dificulten la digestión. Toma ensaladas y pescado a la plancha o al horno.

Crema de calabacín con muchas vitaminas

Esta crema de calabacín, con muchas vitaminas, cumple todos los requisitos de nutrientes para embarazadas.

Ingredientes

• 4 calabacines 
• 1 puerro 
• 1 patata
• ½  cebolla
• 125 ml de nata vegetal de soja
• 1 cucharadita de mantequilla o margarina
• Aceite de oliva
• Pimienta negra
• Sal

Preparación de la crema de calabacín:

 1. Lavar y pelar las verduras. Picar muy fina la cebolla, trocear los calabacines, el puerro y la patata.

2. En una cazuela, echar un chorrito de aceite de aceite de oliva y la mantequilla. Echar la cebolla y freís un poco, cuando esté transparente añadir el resto de las verduras y freír durante unos minutos a fuego medio.

3. Echar agua (o caldo de verduras) hasta que cubra las verduras. Dejar que cueza todo junto durante unos 20 minutos, hasta que la verdura se haya reblandecido.

4. Retirar del fuego. Triturar pasándolo por el pasapuré o la batidora, hasta que tenga la textura deseada.

5. Volver a echar en la cazuela y poner a fuego bajo unos minutos. Echar la nata vegetal de soja, sal y pimienta al gusto, remover para que quede bien integrado, y servir.

Ensalada César con pollo casera

Una receta para embarazadas sencilla y con pocas calorías.

Ingredientes

• ½ lechuga
• 250 g de pollo
• 50 g de picatostes de pan
• Queso parmesano rallado
• 2 yemas de huevo
• 125 ml de aceite de oliva
• 4 filetes de anchoa en salazón
• 1 limón
• 1 diente de ajo
• ½ cucharadita de mostaza

Preparación de la ensalada César:

1. En primer lugar, prepararemos la salsa. Para ello, poner en el vaso de la batidora las yemas de huevo, dos cucharaditas de zumo de limón, el diente de ajo, el aceite, la mostaza y las anchoas. Comenzar a batir manteniendo la batidora en el fondo del vaso hasta que la salsa tenga textura de mayonesa, y después moviéndola de arriba a abajo, para que quede bien emulsionada. 

Reservar la salsa.

2. Poner a calentar un poco de aceite en la sartén a fuego medio. Trocear el pollo en dados, echarlo a la sartén y freír durante unos minutos, hasta que esté dorado. Sacar y escurrir.

3. En la misma sartén, añadir un poco más de aceite y freír los picatostes de pan para que quede tostado. Escurrir sobre un plato con papel de cocina.

4. Lavar la lechuga y trocearla, escurrirla y ponerla en una fuente. Echar en ella el pan, el pollo y regar con la salsa. Espolvorear queso parmesano rallado por encima.